El crecimiento poblacional y el abastecimiento de energía ya es todo un reto mundial.
Actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y esto podría aumentar a un 70% en 2030; por consecuencia es necesaria la iniciativa de energía solar espacial para las ciudades.
Este crecimiento es un desafío que, entre otros temas, requerirá identificar cómo poder abastecer la energía para el consumo diario de las personas y teniendo en cuenta que no se distribuye uniformemente, diseñar planes para las comunidades más vulnerables que se encuentran en asentamientos informales.
“Necesitamos asegurarnos de que nadie ni ningún lugar se quede atrás. La Iniciativa de Energía Espacial nos permite consumir y generar energía y distribuirla con equidad, asegurando que las oportunidades que surgen con su uso contribuyan a la dignidad humana”, afirmó la directora ejecutiva de ONU-Habitat, Maimunah Mohd Sharif.
Este tipo de iniciativas no son posibles sin la formación de profesionales que aborden la sustentabilidad de proyectos urbanos desde una perspectiva multidisciplinaria.
Los egresados de la Maestría en Proyectos para el Desarrollo Urbano de la IBERO; cuentan con la capacidad de desarrollar proyectos urbanos que incluyen su instrumentación social, económica, ambiental y jurídica; con el objetivo de lograr un impacto positivo en la calidad de vida de sus habitantes.
También, son capaces de aplicar conceptos de desarrollo urbano sustentable; por lo cual, promueven ciudades en las que prive la equidad, la justicia social y una relación equilibrada con el entorno natural.

La Iniciativa de energía solar espacial para las ciudades
El proyecto Iniciativa de Energía Solar, lanzada en Londres, reúne a 50 organizaciones de sectores industriales, gubernamentales y académicos, y agencias.
Por medio de iniciativas tecnológicas que utilizan energía solar espacial, buscan producir energía limpia, renovable y asequible para ciudades verdes y más sostenibles.
Esta iniciativa es particularmente relevante porque la energía solar tiene una huella ambiental muy baja; solo necesita una infraestructura modesta, ya sea en tierra o en áreas costeras; genera electricidad a gran escala a un costo muy bajo.
Del combustible fósil a la energía solar
Actualmente gran parte del mundo depende de combustibles fósiles que son más costosos y producen mayor contaminación al medio ambiente.
“Todos reconocemos la necesidad urgente de pensar en grande y actuar ahora para reducir nuestra dependencia de los combustibles de carbono y así proteger mejor el medio ambiente y nuestro clima, mientras también aumentan los empleos de alta tecnología y el crecimiento”, compartió en el lanzamiento de la iniciativa Mark Garnier, miembro del parlamento británico.
Esta iniciativa busca promover un cambio transformador en las ciudades y los asentamientos humanos y la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como el ODS 11 para “Hacer ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles”.

Según Maimunah Mohd Sharif, “los avances en ciencia y tecnología han hecho posible que demos este gran paso para aprovechar y transmitir el poder del sol para proporcionar energía limpia a nuestro planeta. Más importante aún, podemos hacer esto de manera adecuada, asequible y equitativa”.
La Maestría en Proyectos para el Desarrollo Urbano de la IBERO cuenta con más de 20 años de experiencia, y su plan de estudios está en constante actualización. Se emplea un método de teoría aplicada, es decir, el alumno aplica las teorías, metodologías y conocimientos de urbanismo al desarrollo de proyectos urbanos concretos.
Sus egresados podrán laborar en los sectores públicos y privados, ya que el posgrado brinda herramientas para participar en proyectos urbanos, desarrollo inmobiliario, diseño urbano, consultorías, políticas públicas, procesos participativos, administración y gestión urbana.